Amazon en la encrucijada: ¿Peligra su alianza logística clave mientras apuesta todo a la IA?

La confianza de los inversores en Amazon atraviesa un momento de incertidumbre. Dos frentes distintos están generando inquietud en el mercado: por un lado, la posible ruptura de una colaboración logística histórica con el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS); por otro, el despliegue de gastos sin precedentes en inteligencia artificial, que presiona la rentabilidad a corto plazo.

Recientemente, en la conferencia re:Invent en Las Vegas, la división de computación en la nube de Amazon, AWS, hizo gala de su músculo tecnológico. La empresa presentó una ofensiva clara para competir con gigantes como Nvidia y Microsoft, basada en tres pilares:

• Procesadores Graviton5: Su última generación de CPUs promete un incremento de rendimiento de hasta un 25% respecto a su predecesor.
• Chips Trainium3 para IA: Diseñados para el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial, Amazon afirma que son más de cuatro veces más rápidos y notablemente más eficientes en coste que las alternativas de Nvidia.
• Modelos Nova: Una nueva familia de modelos multimodales capaces de procesar texto, imágenes y vídeo.

Esta ambiciosa carrera tecnológica tiene, sin embargo, una contrapartida financiera abrumadora. Según los análisis, los gastos de capital (CapEx) para 2025 podrían superar la barrera de los 100.000 millones de dólares, destinados en su mayoría a infraestructura de IA y centros de datos. Esta cifra récord pone a prueba la paciencia de los accionistas, que deberán esperar para ver el retorno de una inversión de tal magnitud.

La sombra de la incertidumbre logística

Paralelamente, un informe sobre la revisión de la relación con el USPS ha introducido dudas estratégicas. Amazon estaría evaluando distintas opciones de cara al vencimiento del contrato vigente, previsto para 2026. Durante años, el servicio postal estadounidense ha sido un pilar fundamental para la entrega de la "última milla".

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Aunque un distanciamiento sugeriría que Amazon confía plenamente en su propia red de distribución para manejar el volumen masivo, los observadores del mercado señalan riesgos operativos. La principal preocupación de los inversores se centra en un posible incremento de los costes logísticos si desaparece este socio gubernamental.

El veredicto de los analistas: optimismo cauteloso

A pesar de esta presión inmediata –la cotización ha retrocedido más de un 9% en los últimos 30 días, situándose en 197,70 EUR–, la mayoría de analistas mantiene una perspectiva positiva a largo plazo. La apuesta es que las enormes inversiones en IA acabarán generando rendimientos sustanciales.

Instituciones como KeyCorp, con un precio objetivo de 303 dólares, y Evercore ISI, que lo sitúa en 335 dólares, continúan viendo un potencial alcista significativo para el valor.

En definitiva, la acción de Amazon se debate entre la promesa de crecimiento a largo plazo que ofrece la inteligencia artificial y las presiones a corto plazo derivadas de la incertidumbre logística y el elevado flujo de gastos. Por ahora, el mercado opta por la prudencia, a la espera de que los beneficios de esta descomunal apuesta tecnológica se materialicen de forma tangible.

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