Un fallo judicial sacude los cimientos de Alphabet

La justicia estadounidense ha impuesto este viernes severas restricciones operativas a Google. El juez federal Amit Mehta ha emitido una orden que prohíbe a la matriz, Alphabet, vincular su inteligencia artificial Gemini con otros servicios, al tiempo que obliga a la tecnológica a renegociar anualmente sus lucrativos contratos de búsqueda, valorados en miles de millones. Esta resolución tiene el potencial de alterar de raíz las dinámicas de competencia en el sector de la IA.

Esta decisión judicial no surge de la nada. Es una medida derivada de la histórica sentencia de agosto de 2024, donde un tribunal determinó que Google mantenía un monopolio ilegal en el mercado de los motores de búsqueda. El momento no podría ser más delicado para la compañía, que presentó en noviembre de 2025 su modelo Gemini-3 para competir con rivales como OpenAI y Anthropic. Ahora, su tecnología de inteligencia artificial deberá abrirse camino sin el apoyo tradicional de las ubicaciones preinstaladas.

Los dos ejes centrales del veredicto del 5 de diciembre

La orden judicial, fechada el 5 de diciembre, actúa sobre dos frentes fundamentales para el negocio de Alphabet.

En primer lugar, se le veta a Google imponer su software de IA Gemini como parte de un paquete cerrado. Esto significa que las empresas que deseen licenciar servicios como Google Maps o Play Store no estarán obligadas a aceptar también la integración de Gemini. El tribunal busca con esto evitar que la compañía aproveche su dominio en el mercado móvil para ganar ventaja en el emergente negocio de la inteligencia artificial, especialmente con sus nuevos modelos Gemini-3.

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La segunda disposición es, posiblemente, aún más impactante. Todos los acuerdos para establecer a Google como el buscador por defecto, incluido el multimillonario contrato con Apple, tendrán ahora una duración máxima de un año. Hasta la fecha, la firma aseguraba estas posiciones privilegiadas mediante contratos plurianuales. Esta nueva "cláusula de caducidad anual" fuerza al gigante tecnológico a pujar por estos jugosos contratos digitales cada ejercicio. Esta ventana periódica abre una oportunidad constante para competidores como Microsoft y podría disparar los costes para Google.

Reacción del mercado y perspectivas financieras

El mercado de valores ha recibido la noticia con relativa calma. La firma de análisis Pivotal Research reiteró el viernes su recomendación de "Compra" para la acción, destacando la solidez de sus negocios de cloud y publicidad. El precio objetivo consensuado por los analistas se sitúa cerca de los 312 dólares estadounidenses. La cotización de Alphabet cerró la sesión del viernes en 318,39 dólares, lo que representa una subida de aproximadamente un 66% desde principios de año, manteniéndose así cerca de su máximo anual de 279,70 euros.

Los analistas anticipan que, gracias a su tecnología superior y su robustez financiera, Google probablemente seguirá ganando las licitaciones anuales. No obstante, advierten de que los Costes de Adquisición de Tráfico (TAC) podrían incrementarse de forma significativa, ejerciendo presión sobre los márgenes de beneficio.

La incógnita de 2026 y el recurso legal

El año 2026 se presenta como decisivo. La primera ronda de renegociaciones revelará si Google es capaz de mantener su posición de dominio sin el amparo de los contratos a largo plazo. Por otro lado, se considera muy probable que la compañía interponga un recurso contra esta última orden, por lo que la incertidumbre jurídica se mantendrá durante un tiempo.

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