Tesla: Polémica por una nueva función de FSD y datos dispares de su negocio

La confirmación de Elon Musk sobre una controvertida actualización del software de conducción autónoma de Tesla ha generado un intenso debate esta semana. El CEO anunció que la versión 14.2.1 de Full Self-Driving (FSD) permitirá, en ciertas condiciones de tráfico, que los conductores escriban mensajes de texto. Este movimiento se produce a pesar de que dicha práctica es ilegal en la gran mayoría de los estados de EE.UU., lo que se reflejó en una subida del 1,74% de la acción, hasta los 454,53 dólares.

La situación legal permanece inalterada. El sistema FSD continúa clasificado en el Nivel 2 de autonomía, por lo que la responsabilidad última recae siempre en el conductor. Tesla ha ajustado los parámetros de su monitorización, pero sin cambiar la categoría del sistema, lo que mantendría la responsabilidad legal fuera de la empresa.

Este anuncio coincide con una investigación en curso de la NHTSA, la agencia de seguridad vial estadounidense, abierta en octubre de 2025. Dicha investigación examina aproximadamente 2,88 millones de vehículos Tesla por 58 incidentes reportados, que incluyen 14 colisiones y 23 heridos, centrándose en comportamientos como cruces indebidos de semáforos en rojo o invasiones del carril contrario.

Paralelamente, la compañía avanza en su proyecto de robotaxi. A finales de noviembre, Musk indicó que la flota operativa en Austin, Texas, se duplicaría aproximadamente en diciembre. Este servicio, lanzado en junio de 2025, opera actualmente con una estimación de 30 vehículos que aún llevan un acompañante de seguridad. Además, la obtención de un permiso para operar una red de transporte en Arizona sugiere planes de expansión más allá de Austin y el área de la bahía de San Francisco.

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Mercado chino: una lectura mixta

Desde Shanghái llegan datos alentadores para el corto plazo. Las entregas de la fábrica local en noviembre alcanzaron las 86.700 unidades, lo que representa un incremento interanual de casi el 10% y un salto del 41% respecto a octubre. La alta demanda ha extendido los tiempos de espera para el Model Y hasta enero o febrero de 2026, lo que prácticamente agota la capacidad de entrega para el año 2025 en el país.

No obstante, la perspectiva anual sigue mostrando desafíos. El acumulado hasta noviembre se sitúa en 754.561 vehículos entregados, un descenso del 8,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior. La intensa competencia de fabricantes locales como BYD y Xiaomi continúa ejerciendo una presión significativa sobre Tesla en este mercado crucial.

El consenso analítico: cautela con matices

La comunidad de analistas mantiene una postura predominantemente cautelosa. Mizuho reiteró su calificación "Outperform" el 25 de noviembre, aunque recortó su precio objetivo de 485 a 475 dólares, citando recortes en los subsidios a vehículos eléctricos en Estados Unidos y China. Por su parte, Stifel Nicolaus mantiene su recomendación "Buy" con un objetivo de 508 dólares, destacando los progresos en el desarrollo del robotaxi.

El consenso general se mantiene en "Hold", con un precio objetivo promedio de 393 dólares. Sin embargo, la amplia dispersión de los objetivos, que oscilan entre los 120 y los 600 dólares, evidencia la profunda división en las expectativas sobre el futuro a largo plazo de la empresa.

Próximo hito: resultados del cuarto trimestre

La atención se dirige ahora a la publicación de resultados, prevista para el 27 o 28 de enero de 2026. Las estimaciones de los analistas proyectan un beneficio por acción de 0,45 dólares para el cuarto trimestre de 2025 y de 1,65 dólares para el ejercicio completo, lo que supone un retroso notable frente a las cifras de 2024. Aunque la acción se ha recuperado aproximadamente un 19% desde sus mínimos de noviembre, alrededor de 383 dólares, cotiza todavía por debajo del máximo histórico que registró en diciembre de 2024.

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