¿Puede un Reverse Split salvar a Tilray de la exclusión bursátil?

La compañía de cannabis Tilray ha activado un plan de emergencia para intentar contener una crisis bursátil que amenaza su cotización. En medio de una caída libre de su valor, la empresa ha ejecutado una consolidación de capital drástica, una medida técnica que plantea una pregunta crucial: ¿es el principio de una recuperación o solo un maquillaje temporal?

El detonante inmediato ha sido el requisito de precio mínimo que exige el mercado Nasdaq. Para mantener su cotización, una acción debe negociarse por encima de un dólar. Con el valor de Tilray hundido muy por debajo de ese umbral crítico, la dirección no ha tenido más alternativa que realizar un reverse split o contraesplit.

Esta operación, efectiva desde el inicio de la sesión del 2 de diciembre de 2025, se ha aplicado en una proporción de 1 por 10. En la práctica, el número de acciones en circulación se ha reducido de aproximadamente 1.160 millones a 116 millones. El objetivo declarado es doble: cumplir con el requisito regulatorio de precio y, de paso, presentar una cotización nominalmente más alta que pueda resultar más atractiva para los inversores institucionales y permitir ahorros en costes administrativos.

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El contexto de una debacle persistente

La necesidad de esta medida extrema se entiende al observar la trayectoria reciente del valor. La presión vendedora ha sido implacable. Solo en el último mes, la acción se ha depreciado casi un 40%, una underperformance masiva si se compara con el sector médico, que registró ganancias en el mismo periodo. Incluso frente a la estabilidad mostrada por el índice amplio S&P 500, el desempeño de Tilray ha sido negativo. La última sesión, con una caída de casi un 4%, no aportó ningún respiro, confirmando una tendencia bajista profundamente arraigada.

La próxima prueba de fuego: los resultados del 8 de enero

Ahora, el foco del mercado se desplaza hacia un nuevo evento de alto riesgo: la publicación de los resultados financieros, prevista para el 8 de enero de 2026. Este informe será examinado con lupa para evaluar la salud real del negocio más allá de los movimientos técnicos. Las estimaciones de los analistas para el próximo trimestre presentan una imagen mixta:

• Beneficio por acción (BPA): -0,02 dólares estadounidenses (lo que supone una mejora del 80% interanual).
• Ingresos: 209,65 millones de dólares (un ligero descenso del 0,62%).
• Previsión de ingresos anuales: 867,01 millones de dólares (crecimiento del 5,56%).
• Previsión de BPA anual: -0,05 dólares.

Estas proyecciones llegan después de un primer trimestre fiscal que, aunque mostró un beneficio neto de 1,5 millones de dólares y un crecimiento del 5% en los ingresos, dejó ver grietas preocupantes. La división de bebidas mostró debilidad, con ingresos en retroceso y un margen bruto que cayó casi un 7%.

El historial reciente tampoco inspira confianza. En el ejercicio fiscal 2025, Tilray no logró alcanzar sus propios objetivos de ventas, que ya habían tenido que ser recortados en abril. Los desafíos estructurales persisten: la falta de legalización federal en Estados Unidos sigue siendo un freno poderoso para el crecimiento, y la diversificación hacia el alcohol y el bienestar enfrenta una competencia feroz. La pregunta que todos los inversores se hacen es si el informe del 8 de enero traerá por fin buenas noticias o será simplemente el siguiente golpe.

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