Nvidia reactiva su negocio en China con un envío masivo de chips

La estrategia de Nvidia para recuperar terreno en el mercado chino cobra forma con un plan concreto. La compañía ha programado un primer envío masivo de sus procesadores de inteligencia artificial H200 para mediados de febrero de 2026, según informan analistas del sector. Este movimiento, impulsado por un cambio regulatorio en Estados Unidos, ha despertado un notable optimismo en Wall Street.

El volumen del primer cargón es considerable. Se estima que Nvidia prepara el envío de entre 5.000 y 10.000 módulos para servidores, lo que equivale a 40.000 u 80.000 unidades del chip H200, extraídos de su inventario actual. En términos brutos, esta operación generaría ingresos de entre 1.200 y 3.200 millones de dólares.

La nueva normativa estadounidense aplica un gravamen del 25% a estas ventas. Aun así, los cálculos netos para el gigante tecnológico siguen siendo muy sustanciosos: se quedaría con una cifra comprendida entre 900 millones y 2.400 millones de dólares. Este ingreso proporcionaría un estímulo significativo a los resultados del primer trimestre de 2026.

El ecosistema competitivo se recalienta

Mientras Nvidia se prepara para esta ofensiva, el resto de actores no permanece inactivo. Un ejemplo reciente es la operación de Qualcomm, que aceleró la adquisición de Alphawave Semi para reforzar su posición en el mercado de centros de datos para IA. Paralelamente, algunos de los mayores clientes de Nvidia, como Alphabet y Amazon, avanzan en el desarrollo de sus propios semiconductores, lo que podría erosionar la actual hegemonía.

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Este riesgo de concentración se refleja en los datos: durante su tercer trimestre fiscal, el 22% de los ingresos de Nvidia procedió de un único comprador.

La confianza de los analistas y un movimiento interno

El anuncio ha tenido un reflejo inmediato en las recomendaciones de los expertos. La firma Truist Financial ajustó al alza su precio objetivo para la acción, situándolo en 275 dólares el pasado 19 de diciembre. Por su parte, Dan Ives, analista de Wedbush, mantuvo su objetivo oficial en 175 dólares, pero mencionó un escenario alcista que podría llevar la cotización hasta los 275 dólares en 2026. Sus argumentos se centran en el liderazgo tecnológico de las futuras arquitecturas Blackwell y Rubin, junto con la demanda masiva del mercado.

En el mismo día, un movimiento de directivos captó la atención. Mark Stevens, miembro del consejo de administración, vendió 222.500 títulos por un valor aproximado de 40,1 millones de dólares.

La última palabra la tiene Pekín

A pesar de los preparativos, queda un paso crucial por confirmar. La administración china debe dar su aprobación final a la entrada de estos envíos en su territorio. Si el visto bueno se materializa, Nvidia podría superar holgadamente su previsión de ingresos para el trimestre en curso, estimada en unos 65.000 millones de dólares.

Los próximos informes trimestrales serán clave para evaluar dos aspectos: la capacidad de la cadena de suministro para satisfacer esta demanda reavivada y el impacto real de este regreso estratégico al mercado chino.

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